Compra:
El CAMARÓN, se encuentra en todos los mares y es el más pequeño de los crustáceos aunque los llamados gambas son más grandes y muy apreciados.
El camarón fresco tiene un olor a mar, (no fuerte a amoniaco) y su carne es firme, si está blanda se debe desechar. Son de color rosa o gris pero al someterlos a cocción toman un color rosado más fuerte.
Cuando se compran congelados deben ser de color rosa (precocido) y estar sueltos, no en un solo bloque, porque esto demuestra que han sido descongelados parcialmente o que les han introducido agua.
Para prepararlos existen gran variedad de formas: Escalfados, salteados en grasa, a la parrilla, en coctel y ceviche (servidos fríos con diferentes aderezos y acompañamientos), calientes en arroces o preparaciones con salsas (al vino, etc.) o fritos.
Los mariscos son más delicados que los pescados, por esta razón hay que tener especial cuidado al comprarlos. Ha de ser en un lugar confiable, especializado y con equipos adecuados de enfriamiento y personal calificado, que nos garantice la calidad del producto.
Para comprobar la calidad de los mariscos, tenemos que saber que:
Los más aconsejables son los congelados debido a la garantía de que no ha sido interrumpida la cadena de frío y han sido protegidos del polvo y la manipulación excesiva.
Los mejores son los empacados a granel es decir en paquetes pequeños de 1 – 2 libras.
Su olor ha de ser suave a agua de mar, nunca olor penetrante a amoniaco.
Color vivo, no opaco.
Todos los mariscos se pueden llevar a cocción para consumirlos en diferentes preparaciones ya sea empanados, escalfados o salteados en mantequilla o en el medio graso que se prefiera.
Al ir a comprar camarones congelados se debe tener en cuenta:
- Observar la fecha de vencimiento o caducidad del producto. Escoger la de cumplimiento más lejano. Que la fecha no esté tapada ni repisada es decir que no esté alterada.
- Observar que el empaque y etiquetas estén en perfectas condiciones, no rotos ni en mal estado.
- Escoger los mariscos al final en el supermercado, para no interrumpir “la cadena de frío” de los mismos.
- Revisar que estén bien congelados y que el paquete no tenga escarcha, pues ahí se ve que ya han sido parcialmente descongelados.
Almacenamiento del Camarón:
Los mariscos tan pronto se llegue a su destino final, se deben colocar en el refrigerador o congelador. No se debe permitir su descongelación para congelarlos nuevamente porque se activan las bacterias y pueden causar efectos que dañen la salud.
Los mariscos que ya se han cocinado, se deben dejar enfriar para refrigerarlos. Se deben colocar en recipiente limpio, seco y hermético. Servirlos siempre con utensilio limpio.
Su duración, refrigerados crudos, 2 días máximo y dependiendo de su frescura en el momento de la compra. Refrigerados cocidos 4 días, máximo. Congelados y sin interrumpir el proceso, 2 meses aproximadamente y dependiendo de su frescura en el momento de la compra.
Descongelar en el refrigerador, nunca a temperatura ambiente.
Conservación del Camarón:
Congelar. Refrigerar.
Duración:
2 meses aprox. 2-4 días aprox.
Nota:
Siempre manipular los mariscos con manos limpias o guantes desechables y los que ya se han cocido, con utensilio limpio.
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