La CALABAZA, la hay de diferentes clases, colores y tamaños.
Si se compra porcionada, se nota en su textura firme, corteza lisa, en buen estado, sin hongos, magulladuras, ni partes blandas.
Pulpa color naranja, sin hongos o partes más oscuras y húmedas.
-Si es entera debe tener textura firme, cáscara lisa, sin partes blandas ni golpes.
Al ir a comprar el producto en el supermercado, se aconseja:
Siempre se cuece.
Se utiliza para cremas, sopas, guisados, potajes, tortas, postres y guarniciones en general.
Si se ha comprado entera o proporcionada, se aconseja antes de almacenar la CALABAZA,
– Si se prefiere se puede almacenar entera y cruda, simplemente refrigerada sin bolsa.
– Si está partida, limpia y seca su corteza, envolver en papel film (vinipel) y refrigerar colocándola bocabajo, para que su misma humedad no la pudra.
Congelada. Refrigerada.
1 mes o más. 8 -10 días aprox.
Colocar siempre bocabajo para almacenar dentro del refrigerador, así se alarga su “vida útil.
-En las preparaciones de alimentos para los bebés e infantes, no son aconsejables los congelados, excepto las carnes (crudas) y siempre se les debe ofrecer alimentos recién hechos, utilizando ingredientes muy frescos.
-La ahuyama, se aconseja no congelar cruda, ya que se altera su sabor, olor y textura.
Aporte de carotenos. (Ver CONTENIDO DE NUTRIENTES y sus beneficios en LOS VEGETALES).
Revisar periódicamente el estado del producto, su almacenamiento y conservación, para poder consumirla a tiempo.
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