Compra del Brócoli:
El brócoli es una verdura crucífera nutritiva y versátil, conocida por sus múltiples beneficios para la salud. Para mantener su frescura y sabor, es esencial conocer las mejores técnicas de conservación y almacenamiento. A continuación, te ofrecemos una guía completa sobre cómo conservar y almacenar el brócoli.
Selección del Brócoli
Para empezar, es crucial elegir brócoli de buena calidad:
- Color: Elige brócoli de un color verde oscuro y uniforme. Los floretes deben ser de color verde brillante, sin manchas amarillas.
- Textura: El brócoli debe ser firme y compacto. Evita el brócoli con floretes sueltos o blandos.
- Tallo: El tallo debe ser firme y sin manchas oscuras.
Preparación para el Almacenamiento
Antes de almacenar el brócoli, es importante prepararlo adecuadamente:
- Limpieza: No laves el brócoli antes de guardarlo, ya que el exceso de humedad puede acelerar el proceso de descomposición. Lávalo justo antes de usarlo.
Almacenamiento en el Refrigerador
El brócoli puede mantenerse fresco en el refrigerador durante aproximadamente 1-2 semanas si se almacena correctamente:
Método de la Bolsa de Plástico
- Almacenamiento: Coloca el brócoli sin lavar en una bolsa de plástico perforada. Esto permitirá la circulación de aire y evitará la acumulación de humedad.
- Refrigeración: Guarda la bolsa en el cajón de las verduras del refrigerador.
Método del Contenedor Hermético
- Preparación: Si prefieres usar un contenedor, envuelve el brócoli sin lavar en una toalla de papel para absorber el exceso de humedad.
- Colocación: Coloca el brócoli envuelto en un contenedor hermético.
- Refrigeración: Guarda el contenedor en el cajón de las verduras del refrigerador.
Almacenamiento a Largo Plazo
Si deseas conservar el brócoli por un periodo más prolongado, puedes optar por congelarlo.
Congelación del Brócoli
Congelarbrócoli es una excelente manera de prolongar su vida útil hasta por 12 meses:
- Preparación: Lava el brócoli bajo agua fría y corta los floretes en trozos de tamaño uniforme.
- Blanqueado: Hierve agua en una olla grande y prepara un recipiente con agua helada. Sumerge los floretes de brócoli en el agua hirviendo durante 2-3 minutos, luego trasládalos rápidamente al agua helada para detener el proceso de cocción.
- Secado: Seca bien los floretes con una toalla de papel.
- Congelación rápida: Extiende los floretes de brócoli en una bandeja para hornear en una sola capa y congélalos durante 1-2 horas.
- Empaque: Transfiere los floretes congelados a bolsas de congelación, elimina el aire y sella.
- Almacenamiento: Guarda las bolsas en el congelador.
Uso del Brócoli
Para utilizar el brócoli almacenado, simplemente retira la cantidad que necesitas y asegúrate de sellar nuevamente el recipiente o la bolsa para mantener el resto fresco. El brócoli congelado se puede cocinar directamente sin necesidad de descongelarlo previamente.
Conservación en Conservas
Otra opción es conservar el brócoli en frascos mediante un proceso de enlatado. Este método requiere el uso de frascos esterilizados y una olla de presión para asegurar la eliminación de bacterias.
- Preparación: Lava y corta el brócoli en trozos uniformes.
- Blanqueado: Hierve los trozos de brócoli durante unos minutos antes de envasarlos.
- Envasado: Coloca los trozos de brócoli en frascos esterilizados y cúbrelos con agua caliente.
- Proceso de enlatado: Sigue las instrucciones de tu olla de presión para el enlatado de verduras.
Deshidratación del Brócoli
El secado es otra técnica para conservar el brócoli:
- Preparación: Lava y corta el brócoli en trozos pequeños.
- Secado: Usa un deshidratador de alimentos o coloca los trozos de brócoli en una bandeja para hornear y hornéalos a baja temperatura (aproximadamente 50°C) hasta que estén completamente secos.
- Almacenamiento: Guarda el brócoli seco en frascos de vidrio herméticos o en bolsas de almacenamiento en un lugar fresco y oscuro.
Tips:
- Antes de la cocción conviene remojar el brócoli en agua con vinagre para que salgan gusanitos de los tallos, si los tienen.
- Para cocinar el brócoli se debe hacer preferiblemente al vapor, en rejilla metálica o marmita de bambú, para que no toque el agua hirviendo y pierda nutrientes.
Se rocía con sal antes de la cocción, para conservar el color. Si no se cuenta con los medios para cocinarlo al vapor, colocarlo en agua con sal a punto de ebullición (hirviendo) para que conserve su color intenso, hasta que adquieran la textura crocante (no utilizar los tallos gruesos).
Nota:
- Sólo se puede congelar si se va a usar para cremas o salsas y después de cocido, porque cambia su textura y sabor.
- No utilizar los tallos gruesos porque son muy fibrosos.
- Revisar periódicamente el estado del producto para poder consumirlo a tiempo.
- No congelar crudo.