
Compra:
El QUESO COTTAGE, es un queso que se consume bastante en Estados Unidos. Se elabora con leche descremada o semidescremada de vaca. Es de color blanco por ser un queso fresco. De textura granulosa y sabor muy suave.
Frescura del QUESO COTTAGE:
Al ir a comprar el producto al supermercado se deberá tener en cuenta,
- Observar que la nevera donde se exhibe el producto, funcione adecuadamente (que esté enfriando).
- Observar fecha de vencimiento del producto o caducidad del mismo, que no esté tapada, ni alterada, ni repisada. Escoger el producto con fecha lo más lejana posible.
- Revisar empaque, que esté en óptimas condiciones, no sumido, averiado o golpeado. Tampoco con etiquetas rotas o desechas.
- Mirar que el empaque no esté inflado (soplado), porque esto es indicio de que el producto ya está en descomposición.
- Comprar el producto, al final del mercado, para que no se interrumpa “la cadena de frío” del mismo.
Usos:
Se utiliza tanto para preparaciones saladas como dulces. Por su bajo contenido de grasa es excelente para dietas de adelgazamiento. Tiene gran aporte proteínico.
Almacenamiento del QUESO COTTAGE:
Refrigerado en su empaque en el sitio de los quesos en la nevera.
Su duración también depende del tiempo que se encuentre en la fecha de caducidad o vencimiento del producto y del cuidado tenido en su conservación, tanto del distribuidor como del consumidor.
En el refrigerador mantenga los productos lácteos lejos de las carnes, pescados, verduras y frutas, para evitar la “contaminación cruzada”.
Se ha de recordar que el tiempo de “vida útil” del producto, depende de su frescura en el momento de la compra y de su posterior almacenamiento y conservación.
Conservación del QUESO COTTAGE:
Duración:
Fecha Venc.
Tips:
No Congelar ya que daña sus caracteristicas
Nutrientes y propiedades:
- Proteínas. El queso cotta contiene proteínas muy útiles para el organizmo
- Calcio.
- Vitaminas.
- Grasas.
Nota:
Se ha de recordar que el tiempo de vida útil del producto depende de la frescura en el momento de su compra y de su posterior almacenamiento y conservación.
Revisar periódicamente el estado del producto, para poder consumirlo a tiempo.